Publicaciones y fotos están evidenciando que trabajadores de la salud árabes musulmanes están ayudando a sus pacientes judíos a “mantenerse cerca de Dios” a pesar de sus enfermedades.

Un vídeo compartido en Twitter muestra a una enfermera llamada Smahar Jibrayin, en una sala de geriatría; allí la mujer leía la Hagadá (texto judío que establece el orden del Seder de la Pascua) a un paciente judío.

Más evidencia

En otro vídeo, dos enfermeros árabes fueron vistos colocando un tefilín en un paciente anciano “haredi”; también conocido como “ultraortodoxo”.

Los tefilínes son pequeñas envolturas o cajitas de cuero donde se encuentran o guardan pasajes de las Escrituras en la religión judía.

El hombre se encontraba infectado con el virus y tenía el lado izquierdo de su cuerpo paralizado. Es por esto que los enfermeros Kahlil Gazawi y Ahmed de Um El Fahm buscaron en internet cómo hacerlo; ya que ninguno sabía cómo colocarlo.

Por otro lado, Gazawi fue entrevistado en la televisión israelí. El periodista señaló que Gazawi parecía competente para ayudar al anciano; a lo que él respondió: “Con la ayuda de Dios”.

Cuando se le preguntó cómo se sentía por haberle puesto el tefilín al hombre judío, el enfermero respondió que se sentía feliz.

¿Qué dice Zacarías 8:23?

Estas imágenes han llevado a muchos a recordar un versículo en el libro de Zacarías que habla sobre las relaciones entre los judíos y no judíos al final de los días.

Algunos comentan que el pasaje se entiende como una profecía de que los no judíos alentarán y ayudarán a los judíos.

«Así ha dicho Jehová de los ejércitos: En aquellos días acontecerá que diez hombres de las naciones de toda lengua tomarán del manto a un judío, diciendo: Iremos con vosotros, porque hemos oído que Dios está con vosotros». Zacarías 8:23.

El rabino Shaul Judelman, codirector de un programa que reúne a palestinos y judíos, señaló que el servicio a Dios era un poderoso interés que los judíos y musulmanes devotos compartían.